En el verano de 1918, un scouter de Winchestes le escribió a BP, de plorando el estilo de “director de escuela” que estaba quitándole el alma al escultismo, al llenarlo de rutina. El “espíritu” es lo que cuenta, la “forma” debe de ser suficientemente elástica para permitir al espíritu expresarse adecuadamente en cualquier condición en la que se trabaje. BP se impresionó tanto con la carta que muchos de sus discursos subsecuentes se titularon “el espíritu contra la forma”.
¿Les suena conocido? BP creía firmemente que lo importante del escultismo era hacer que un scouts, activo y en servicio, consiguiera llegar al estado de autoeducación que lo convertiría en alguien feliz, saludable y útil (las 3 H le llamaba: happy, healthy, helpful).
Toda su vida como scouts se enfrentó a la contradicción que implicaba un sistema estructurado, organizado, con líderes adultos, reglas, administración y demás (la forma) y el ambiente educativo producto del método scout funcionando, jóvenes aprendiendo uno de otros y divirtiéndose ayudando a los demás (el espíritu).
La forma ciertamente nos ha rebasado en ocasiones, y es tan parte de nosotros que no nos damos cuenta, muchas veces pretendemos regresar al verdadero escultismo agregándole más forma el espíritu, aunque pretendamos lo contrario.
Si en algún curso o plática referente al esquema de programa, no ha quedado la idea de que hay que trabajar con los chavos como si fuera una escuela, estamos mal y ese curso o platica no cumplió su cometido. Si pensamos que hay hacer pase de lista de los objetivos de los chavos, ese formador que nos lo dijo no sabía de los que estaba hablando. Si pretendemos controlar el avance de los chavos con base a exámenes, como en la escuela, no estamos dándole un escultismo completo.
De una vez desterremos la idea de que el ENPE es como la escuela, por que no lo es, nunca lo ha sido, y todo el proceso esta diseñado para que sea exactamente lo contrario. Concuerdo en que no se ha comunicado esto de la mejor manera, y debe corregirse, de otro modo solo servirá de pretexto para no aplicarlo como se debe.
Y solo lo podemos corregir practicando escultismo, no hay más. Si logramos que nuestra sección trabaje con el método scout en sus actividades, que tomen sus propias decisiones a través de procesos participativos, que se haga un servicio activo a la comunidad, lograremos ese ambiente educativo que según BP lleva a la autoeducación y al cambio de actitud, lo que eventualmente lleva a la felicidad (lo que en términos enpianos es la vida de grupo en acción).
BP tenía una antipatía marcada por la competencia. Como se da en la escuela, la lucha por las calificaciones obtenidas a partir de exámenes estandarizados. De ahí su determinación de que las insignias debían darse por el esfuerzo y no por un nivel fijo de aprovechamiento. Decía: “hay tantas personas que se toman las cosas demasiado en serio. Se ven siempre como ese niño ambicioso en una cena - viendo qué es lo que los demás tienen y pensando que ellos mismos están mal por no tenerlo. Se olvidan que la vida es únicamente una sucesión de cosas temporales después de todo. Pronto habrá terminado y ¿qué importa si uno tiene más que otro, siempre que lo hayas disfrutado?"
Si las insignias deben darse por el esfuerzo y no por estándares fijos y BP mismo lo dice claramente en Guía para el jefe de tropa ¿cuándo fue que empezamos a ponernos pruebas? Quizá en alguna de estas luchas del espíritu contra la forma, no lo sé.
Ese scouter de Winchester de lo que se quejaba tenia mucho que ver con las pruebas para tercera, segunda y primera clase.
Efraín Acosta Lugo
Subcomisionado nacional de clanes.
¿Les suena conocido? BP creía firmemente que lo importante del escultismo era hacer que un scouts, activo y en servicio, consiguiera llegar al estado de autoeducación que lo convertiría en alguien feliz, saludable y útil (las 3 H le llamaba: happy, healthy, helpful).
Toda su vida como scouts se enfrentó a la contradicción que implicaba un sistema estructurado, organizado, con líderes adultos, reglas, administración y demás (la forma) y el ambiente educativo producto del método scout funcionando, jóvenes aprendiendo uno de otros y divirtiéndose ayudando a los demás (el espíritu).
La forma ciertamente nos ha rebasado en ocasiones, y es tan parte de nosotros que no nos damos cuenta, muchas veces pretendemos regresar al verdadero escultismo agregándole más forma el espíritu, aunque pretendamos lo contrario.
Si en algún curso o plática referente al esquema de programa, no ha quedado la idea de que hay que trabajar con los chavos como si fuera una escuela, estamos mal y ese curso o platica no cumplió su cometido. Si pensamos que hay hacer pase de lista de los objetivos de los chavos, ese formador que nos lo dijo no sabía de los que estaba hablando. Si pretendemos controlar el avance de los chavos con base a exámenes, como en la escuela, no estamos dándole un escultismo completo.
De una vez desterremos la idea de que el ENPE es como la escuela, por que no lo es, nunca lo ha sido, y todo el proceso esta diseñado para que sea exactamente lo contrario. Concuerdo en que no se ha comunicado esto de la mejor manera, y debe corregirse, de otro modo solo servirá de pretexto para no aplicarlo como se debe.
Y solo lo podemos corregir practicando escultismo, no hay más. Si logramos que nuestra sección trabaje con el método scout en sus actividades, que tomen sus propias decisiones a través de procesos participativos, que se haga un servicio activo a la comunidad, lograremos ese ambiente educativo que según BP lleva a la autoeducación y al cambio de actitud, lo que eventualmente lleva a la felicidad (lo que en términos enpianos es la vida de grupo en acción).
BP tenía una antipatía marcada por la competencia. Como se da en la escuela, la lucha por las calificaciones obtenidas a partir de exámenes estandarizados. De ahí su determinación de que las insignias debían darse por el esfuerzo y no por un nivel fijo de aprovechamiento. Decía: “hay tantas personas que se toman las cosas demasiado en serio. Se ven siempre como ese niño ambicioso en una cena - viendo qué es lo que los demás tienen y pensando que ellos mismos están mal por no tenerlo. Se olvidan que la vida es únicamente una sucesión de cosas temporales después de todo. Pronto habrá terminado y ¿qué importa si uno tiene más que otro, siempre que lo hayas disfrutado?"
Si las insignias deben darse por el esfuerzo y no por estándares fijos y BP mismo lo dice claramente en Guía para el jefe de tropa ¿cuándo fue que empezamos a ponernos pruebas? Quizá en alguna de estas luchas del espíritu contra la forma, no lo sé.
Ese scouter de Winchester de lo que se quejaba tenia mucho que ver con las pruebas para tercera, segunda y primera clase.
Efraín Acosta Lugo
Subcomisionado nacional de clanes.
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