La cita fue en Eucaristía para dar gracias por que se nos permitio pasar de largo el año dos mil nueve. Después realizamos nuestra tradicional fogata anual, so pretexto, para reunirnos viejos amigos, más que amigos, hermanos. Como si el tiempo nos diera tregua y nos permitiera vivir nuevamente, aunque solo fuese una noche, esa sensación que se experimenta en una noche de campamento alrededor de la fogata.
¡ B i e n v e n i d o s !
Un gran novelista de nuestro tiempo nos expone que “la vida no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda y como lo recuerda para contarlo”. En esencia este es el fin de esta blog, sin mayor pretensión que ser el punto donde converjan ecos de los recuerdos de aquellas aventuras vividas, que hoy perpetuamos con una ternura infinita, y que no podríamos imaginar de otra forma nuestro descubrimiento del mundo. Estamos aquí pues, escrutando nuestra memoria baúl de los recuerdos para contarles de la mejor forma posible como entro el Escultismo en nuestra vida.
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