Frente a la formación en forma y los nervios ensopados con la satisfacción de haber finalizado los retos que me enumero tiempo atrás mi jefe de sección, estoy por aceptar de manera voluntaria uno de los primeros grandes compromisos que sin saberlo repercutirá en el resto de mi vida: la promesa scout. En este momento no sé si comprendo la dimensión de cada palabra, cada sonido, cada pausa de lo que implica este gran compromiso.
Cierto es que de ahora en adelante haré mi mayor esfuerzo por cumplir esta promesa, y si en algún momento la pereza me supera, confió en que la memoria no me deje y me haga recordar, que si mi jefe vio que estaba preparado para profesar la promesa scout es por que también tenia la plena seguridad de que era capaz de cumplirla. Mi sección, frente a mí, con una tímida sonrisa comparten conmigo este gran momento, este es y será un gran día.
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