Cuando menos cada semana nos deberíamos de cuestionar: ¿Soy un buen boy scout? Y si quisiéramos en un ejercicio de honestidad hacia nosotros mismos evitaríamos la respuesta fácil que nos dice que “si lo soy, por que asisto puntualmente a junta ordinaria, a consejo de grupo, a juntas de mi sección, voy a las excursiones, campamentos, caminatas, hago mis adelantos, tengo siempre a tiempo y en orden mis programas, planes, se hacer fogatas, nudos, amarres, pistas, puedo levantar casas de campaña, construcciones y hasta el asta del campamento, vamos; ¿dime sino soy un buen boy scout?” Cierto es que esto no nos define que como un buen boy scout.
Siempre hemos pregonado que una vez scout, scout para siempre. Ahora no solo nos debe bastar que fuimos o somos scouts y que seremos scouts para siempre, sino que debemos serlo en cada segundo, en cada momento, en cada acción que hagamos debemos de impregnarla con nuestra filosofía scout. Pero, ¿cómo podríamos hacer titánica labor? La respuesta la tenemos al alcance de la mano: encarnar en un estilo de vida la Promesa y la Ley scout.
La Promesa y la Ley scout se tiene que vivir, se tiene que sentir y solo así se puede uno medir que tan buen scout he sido hoy, y solo así se puede transmitir el escultismo a todos. No se debe de enseñar o aprender solo para llegar a ser un conocedor del movimiento scout; se tiene que vivir en plenitud para poder perpetuar este movimiento. Cierto es que el escultismo se promueve solo y de afuera hacia adentro. Cuando vemos a un joven consciente de sus capacidades, inmerso en una sociedad y estoico en sus convicciones, se da a notar, es imposible no voltear a verlo, y es cuando la gente intrigada se cuestiona, que ¿qué come?, ¿qué bebe?, ¿qué hace?, ¿dónde lo hace?; y es que en una sociedad carente de jóvenes sanos y siempre dispuestos a servir siempre va hacer noticia alguien que va contra corriente haciendo siempre lo mejor. Ejemplos de estos jóvenes hay muchos, en muchos grupos, en muchas ciudades, en muchos países, nosotros por mencionar solo a uno: se llama Francisco, fue un tropero de corazón y ahora esta empezando a vivir su propia aventura en la inigualable comunidad de caminantes, y estamos seguros que dará mucho de que hablar.
Siempre hemos pregonado que una vez scout, scout para siempre. Ahora no solo nos debe bastar que fuimos o somos scouts y que seremos scouts para siempre, sino que debemos serlo en cada segundo, en cada momento, en cada acción que hagamos debemos de impregnarla con nuestra filosofía scout. Pero, ¿cómo podríamos hacer titánica labor? La respuesta la tenemos al alcance de la mano: encarnar en un estilo de vida la Promesa y la Ley scout.
La Promesa y la Ley scout se tiene que vivir, se tiene que sentir y solo así se puede uno medir que tan buen scout he sido hoy, y solo así se puede transmitir el escultismo a todos. No se debe de enseñar o aprender solo para llegar a ser un conocedor del movimiento scout; se tiene que vivir en plenitud para poder perpetuar este movimiento. Cierto es que el escultismo se promueve solo y de afuera hacia adentro. Cuando vemos a un joven consciente de sus capacidades, inmerso en una sociedad y estoico en sus convicciones, se da a notar, es imposible no voltear a verlo, y es cuando la gente intrigada se cuestiona, que ¿qué come?, ¿qué bebe?, ¿qué hace?, ¿dónde lo hace?; y es que en una sociedad carente de jóvenes sanos y siempre dispuestos a servir siempre va hacer noticia alguien que va contra corriente haciendo siempre lo mejor. Ejemplos de estos jóvenes hay muchos, en muchos grupos, en muchas ciudades, en muchos países, nosotros por mencionar solo a uno: se llama Francisco, fue un tropero de corazón y ahora esta empezando a vivir su propia aventura en la inigualable comunidad de caminantes, y estamos seguros que dará mucho de que hablar.
2 comentarios:
Felicidades por pasar de la tropa a la comunidad, dejaste de ser panchito para ser pancho, sigue perseverando, hay muchas esperanzas en ti.
atte. Tito
si conocieran al nuevo francisco se sorprenderian....desde que pertenece a la comunidad de expedicionarios de san jorge...le falta un poco de musculo para parecerse a rambo.....El doc
Publicar un comentario